jueves, 12 de mayo de 2016

APRENDER LA SOLEA


MANUAL  Y  CANON  DE  TODOS
LOS  PALOS  DEL  CANTE  FLAMENCO
 
 
Libreto Número 8
Selección e historia de
los cantes y cantaores 
Desde 1840  hasta nuestros días  
LOS CANTES
POR SOLEÁ DE TRIANA 
 
LIBRETO Y MANUAL
DE ENSEÑANZA
PARA EL APRENDIZAJE
 
 
 
 
EJERCICIOS Y MÉTODOS
 
 de
 
JOSÉ MEDINA CASTRO
 CANTAOR DE FLAMENCO
PEPE MEDINA
 
 
Primera edición: Julio 2014 por
José Medina Castro
Avda. de Bellavista,    66
41014 Sevilla (ESPAÑA)
 
 
 
Copyright © José Medina Castro
Propiedad intelectual con número de registro 200699005466879
 
 
Prohibida la reproducción parcial o total de este documento sin autorización del dueño del COPYRIGHT.
 
 
 
 
 
 
 
Todos Los Palos del Cante Flamenco
Autor : Pepe Medina  
 

 

 

 

 

 
 
 
 
 
 
 



Índice de Contenidos

 
                                                                               
 
E
 
n este índice queremos dejar claro los contenido del libreto.
  
 
 
 
 
 
 
 
     3.3  Silverio Franconetti  (¿ 1831-1891 )

 
 
 
 
 
 
 
 
3.22. Pepe Medina (1949-).

3.23. Antonio Fernández Díaz  "Fosforito". 

 3
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 



E

n este primer capítulo, a modo de introducción, analizaremos el flamenco desde la etimología de la propia palabra hasta las diversas teorías acerca de su origen que han propuesto diversos estudiosos a lo largo de la historia.

 


A continuación vamos a exponer diversas teorías que intentan explicar dónde y cómo nació lo que hoy conocemos por flamenco.

Al finalizar realizaré un breve análisis y expondré mis conclusiones a raíz de lo expuesto en todas ellas.

 


 

George Borrow fue un escritor inglés que recorrió Andalucía a mediados del siglo XIX. En su obra Los Zincali expone lo siguiente:

 

"El apelativo de flamencos con que, en el presente, se conocen a los gitanos de Andalucía y de varias regiones de España, no se le habría dado nunca, probablemente, a no ser por la circunstancia de llamárseles o creerse germanos, ya que germano y flamenco son considerados sinónimos de ignorantes.

 

En su tiempo era opinión común entre el pueblo llano que los gitanos eran descendientes directos de antiguos moriscos escapados, huidos a los montes, que habían logrado eludir la expulsión de los moriscos a principios del siglo XVII."

 

Sobre esta opinión hay que advertir que el vocablo flamenco no se emplea para designar los cantes interpretados por los gitanos y moriscos hasta bastantes décadas después.

 


 

Esta teoría, asumida entre otros por Blas Infante, mantiene, sin demasiada seguridad, que la palabra flamenco deriva de los vocablos árabe felao-mengu (campesino tránsfuga) o felai-kum o felahmen-ikum (labriego) y felagenkum o flahecoun (canto moro de las Alpujarras[1]).


1.3. La teoría de los cantos sinagogales.

 

Medina Azara (seudónimo de Máximo José Khan) afirma que se dio el nombre de flamencos a los cantos sinagogales de los judíos españoles emigrados a los Países Bajos y que, el posterior apelativo de jondo, proviene de una deformación del hebreo jon tod, que equivale en castellano a día de fiesta.

 


 

Este erudito decía que la palabra flamenco, aplicada al arte andaluz, provenía de la semejanza que existe entre el hombre vestido con chaquetilla corta y pantalón estrecho con el ave palmípeda del mismo nombre, teoría audaz y de poca credibilidad.

 


 

Este musicólogo supone que la palabra flamenco procede del argot del siglo XVIII que significa farruco, pretencioso y fanfarrón.

 

Esta teoría es compartida por Ricardo Molina y también en parte por los que, como Caballero Bonald, entienden que flamenco es una palabra jergal de la germanía derivada de flamenca (flama = llama), que se usaba como sinónimo de fogosidad o presunción y que solía aplicarse a los gitanos de acuerdo con estos supuestos rasgos de su temperamento[2].

 


 

Carlos Almendro, abogado ejerciente en Barcelona y gran entusiasta y conocedor del flamenco, escribía en su libro "Todo lo básico del flamenco":

 

"En las Cortes de Carlos V, nuestro rey flamenco (de Flandes), los cantores de su capilla eran todos de Flandes. Tanto de las casas de la nobleza como de las diversas catedrales, se acudía a los cantores flamencos para nutrir sus receptivas capillas. Por ello, el pueblo acostumbraba a considerar al flamenco (de Flandes) como sinónimo de cantor (observen que no es cantaor).

 

En los libros de coro de la Casa de los Medinaceli aparece consignada la palabra flamenco y flamenco primero al principio del pentagrama y precisamente en el lugar destinado a las voces o cantores. Queda así patentizado que el término flamenco llegó a tomar tal carta de naturaleza como sinónimo de cantor, que se empleaba en las partituras musicales. Y fácil fue ya el paso o aplicación de la denominación de flamenco a todos los cantaores populares por arte de las gentes.

 

Los cantores que intervenían en las solemnidades religiosas emplearían en ellas, sin duda, melodías más o menos disfrazadas, parecidas a las que usaban fuera de las iglesias. Existe gran semejanza entre las melodías gregorianas y los cantes flamencos primitivos, en particular, con las tonás de un marcado sabor litúrgico.

 

No desconocemos la realidad de que, por lo general, se considera al gitano como sinónimo de flamenco. Esto, lejos de contradecir la teoría expuesta, viene a confirmarla. En efecto.

 

Es cosa notoria la gran disposición que los gitanos tienen para el cante y lo dados que son a exteriorizarlo. Para calificar esta especie de afán cantador, el pueblo les venía aplicando la denominación del cantor de boga: el flamenco cantor.

 

Es sabido que el gitano se suele llamar a sí mismo flamenco, por saber poseedor de un garbo y desplante especiales. Se admite comúnmente que ello obedecería al hecho de que los flamencos que vinieron con Carlos V a España se conducían por el pueblo con cierto tono de seguridad y garbo que los gitanos imprimen al arte, (y que muestran hasta en su marchoso modo de caminar) los llamarían flamencos dominantes. Podemos decir que el gitano es dos veces flamenco: por cantor, en primer lugar, y por rumboso, despues."

 


 

Para este flamencólogo el origen del término flamenco es muy dudoso.  Hay quien piensa que procede del árabe felamen ikum (canto de labradores); otros lo hacen venir de Flandes, que es de donde se suponía que habían llegado a España los gitanos en tiempos de Carlos V. La opinión más acertada parece ser la que defiende que el nombre de flamenco es una palabra jergal, derivada de flama (llama) y aplicada a los gitanos por su presunta vistosidad y brillantez. De todas formas, el término flamenco referido al cante andaluz, no se emplea hasta finales del siglo XVIII, precisamente porque fueron los gitanos (los flamencos) sus más decisivos cultivadores.  En principio, este apelativo agrupó a la totalidad de los cantes andaluces. Hoy se suele utilizar para designar a las modalidades derivadas del grupo matriz, reservándose el adjetivo jondo para sus formas más puras y antiguas[3].

 


 

Según lo que acabamos de ver, existen muchas y diversas teorías que explican el origen de la palabra flamenco y, por ende, de los flamencos.   Personalmente, no me quedo con una, Si e de decidirme seria por la de que los gitanos y cantaores andaluces eligen esta palabra por ser sinónimo de bueno o extra. Pero he de decir que sigo eligiendo todas porque así demostramos una vez más, que el flamenco no es de una persona, ni de una raza, ni de una nación, ni de una región, sino que es de todos y cada uno de nosotros. Y todos tienen que aportar su impronta y su personalidad. Por esto se dice que el flamenco es muy individualista,  es decir, que depende de la persona que lo interprete.     

Gracias a ser así conseguimos una riqueza interminable e inacabable de formas y estilos, incluso dentro de un mismo palo del cante flamenco.

 

 

Y de los orígenes del cante decir, lo que dicen todos los entendidos, que lo mas lejos que podemos llegar es a Tío Luis de la Juliana o El Planeta, si nombramos a cantaores si tuviéramos que decir de los sitios  estaríamos  hablando de Triana como madre de los cantes primitivos de Tonás Debla y Martinetes junto con sus Soleares Tangos y Seguiriyas y cantes de jaleos, de Cádiz con las Alegrías Tanguillos y Tangos,  y de Jerez de la Frontera con Toná, Seguiriya, Solea y Bulerias. 




 
 
 
 
 
 
 
 
 
E
n éste capítulo
[J1] 
 
 
En este capítulo lo que queremos hablar es de Triana,  lo que aportó en todas las épocas llámese antigua contemporánea o moderna.   Y  los pensamientos que se han dicho aquí en este barrio siempre sobre el cante flamenco.

El pensamiento de Triana con respecto al Cante siempre fue y se ha dicho que el flamenco no es ningún  espectáculo,  por lo que se sigue defendiendo la intimida flamenca,  pues aunque la reunión no sea de artistas profesionales sino que sólo sea de aficionados,  el ambiente, la cercanía, la participación es algo que el cante requiere para encontrarse consigo mismo, pues esto únicamente se alcanza con esa compenetración, complicidad y colaboración estrecha del que canta con el que escucha.
 
Después de aquella intimidad flamenca en este arrabal de Sevilla, que fue y sigue siendo el emporio flamenco de todas las épocas a donde los cantaores vinieron a beber de las fuentes cristalinas del cante.   Como ejemplo podemos nombrar a “El Fillo”, cantaor de Triana, nacido en Puerto Real.  En todas las épocas se ha dicho que, tan sólo con cruzar el puente, te das cuenta que estás pasando a otra dimensión de la propia ciudad.    
 
Los cafés cantantes de ayer, los tablaos flamencos de hoy, los teatros o la ópera flamenca, los festivales, los recitales, las conferencias, y todo lo que se ha hecho o se hará con y para el flamenco, con su repercusión mundial.    Nada de todo esto tiene que ver con lo que se vive en un cuarto de los cabales, porque en esa reunión algo se respira en el ambiente, que ayuda a cantar con la verdadera expresión calidad y dimensión,  y puede que aparezca "El duende”.  (No hay que buscarlo, viene solo).
 
El arrabal de Sevilla, el barrio de Triana, estuvo siempre en el candelero. Fue y sigue siendo la cuna donde la madre dio a luz el Cante Flamenco.
 
El escritor malagueño Serafín Estébanez Calderón, que escribía en los periódicos con el seudónimo de “El Solitario”, cuando quiso documentarse sobre el baile andaluz se dirige a Triana, y saluda a Sevilla con estas palabras:
 
 
 
“Sevilla es la depositaria de los universos, recuerdos de este género, el taller donde se funden, se modifican y se recomponen en otros nuevos los bailes antiguos, es la universidad donde se aprende la gracia inimitable, la sal sin cuento”.
 
En Triana nacieron muchos y muy grandes cantaores, es aquí donde tomaron forma muchos estilos o palos del cante flamenco, siendo el barrio de Triana el que ha hecho, desde siempre, las veces del máximo modelo andaluz del cante flamenco.
 
Miguel de Cervantes, es quien nos habla ya de los romances en su celebre obra La Gitanilla, y dice que ya estos cantes pertenecían al alma popular del pueblo a lo largo de los siglos.
 
Es evidente que, una vez asentados en España y particularmente en Andalucía,  los gitanos se juntaban con los moriscos en las caravanas de la época, por causa de la huida de estos  la acogida de los otros, 
en la llegada de los gitanos a Andalucia.   
 
Por decreto real Felipe III ordena en 1609 la expulsión de los moriscos.  Estos moriscos y castellanos convictos que huían de la justicia en sus caravanas que se juntaban con los gitanos y andando por los caminos de Andalucía, asimilaban con gran y asombrosa rapidez el romancero existente.   Esto es lo que serviría de base, para que  más adelante, se produjera un giro de transformación al actual flamenco.
 
Triana desde el siglo  XVII,  es el gran emporio flamenco. Estébanez  Calderón, al tratar el cante de Triana, llama a la toná “tonadas de Sevilla”, con lo que indica que se trataba de un cante propio, de una creación autóctona.
 
Triana en su calidad de barrio gitano, con su cava, con sus alfareros, con la Cava de los Civiles, con sus fraguas a orillas del río Guadalquivir de ensueño, con su empaque, sus cantes rotos de embrujo,  fue en aquel de entonces, y sigue siendo ahora el lugar de atracción de todos los aficionados de todas las épocas.
Aún hoy siguen viniendo a comprobar si sus teorías son ciertas.  Aquí se encumbraron nombres como Francisco Ortega “El  Fillo”, criado en Triana, pues él mismo se consideraba trianero, aunque nació en Puerto Real, en la provincia de Cádiz.  Tenía una amante, La Andonda”.  ( De la que hablaremos más tarde ).
Otros ejemplos de cantaores hechos en Triana son los de la familia de Los Pelaos, competidores directos de la dinastía de 
“Los Caganchos”.  Comentan que eran dignas de ver las noches flamencas donde cantaban por tonas 
El Planeta y otros muchos más, que fueron engrosando la lista de grandes cantaores,  que hicieron mítico a este barrio de Triana.
 
Recuerdo muchos bares de Triana donde se reunían cantaores y aficionaos que en la mayoría de la veces sin el acompañamiento de la guitarra,  por mi parte puedo decir que no la necesitábamos pues con saber el cante nos bastaba para que en una reunión se pasara bien, por poner un ejemplo en el Bar Amistad,  de la plaza de Peña flor, nos reuníamos los sábados o los domingo al mediodía y allí puedo dar fe,  de que los aficionaos se esperaban sin pedir que empezaran los cante pues eso sí,  el cantaor siempre tenía la libertad de cuando donde y como quería cantar, cuando el cantaor que todos conocían y nadie le pedía que empezara, este o estos si eran varios lo hacían cuando les apetecía, y a partir de ahí hasta que aquello terminara,  nunca teníamos ni hora de empezar ni hora de acabar.     
 
 
 
 
 
 
 
 


Capítulo 3: Historia de la Soleá de Triana y de sus cantaores


 
 
 
 
 
 
 
 
 
E
n éste capítulo, vamos a analizar el palo flamenco de la soleá de Triana en todas sus distintas variantes o estilos, cantados por diversos cantaores y cantaoras de diferentes épocas a partir de estilos que ya existían o se cantaban en los patios de vecinos de los famosos corrales trianeros. Asimismo aparecen algunas letras famosas de cantaores que van reflejando los distintos estilos que trataremos.
 


Teniendo en cuenta las publicaciones de numerosos autores y entendidos en la historia y, en general, en el cante flamenco en su conjunto, y escuchando gran cantidad de discos de cantaores de todas las épocas del flamenco, puedo esbozar mi análisis general, que es el siguiente:
             
Los más entendidos en el cante flamenco son los historiadores, musicólogos y flamencólogos que, como decía Amós Rodríguez Rey (1926-1996), hermano del cantaor gaditano El Beni de Cádiz, (son nombres que suenan a farmacia).  El caso es que éstos no se ponen de acuerdo en cuándo, cómo y dónde nació el flamenco. Parece ser que el nombre del cantaor más antiguo es el de Tío Luís, el de la Juliana, un jerezano que vivió en siglo XVIII, que era aguador de oficio y que en su repertorio siempre cantaba seguiriyas, soleares, tonás y tangos. Este nombre era acompañado por otros de la época, como Juaneles, El Planeta, que fue maestro de El Fillo; Juan Encueros, hermano de El Fillo; los Pelaos de Triana, La Perla y otros menos conocidos.
 
A continuación vamos a ir adentrándonos en la historia de la Soleá de Triana de mano de sus cantaores, siguiendo un orden cronológico, para entender cómo se fue desarrollando este palo tan importante en Triana.
 
 
Este cantaor nació en 1801 en la provincia de Cádiz y murió en 1878 en Sevilla. Tenía una voz ronca y áspera.    De ahí que hoy en día este tipo de voz en el flamenco se denomine "afillá".   
Por ello, los cantaores de aquel tiempo querían imitarlo y, para ello, tomaban bebidas como aguardiente, para que sus voces se pareciesen a la del maestro, ¡él así considerado!
 
El Fillo,  cantaba por las tabernas de Triana donde era respetado por todos, en aquel entonces,  los muchos aficionados al cante jondo. Tanto era así que cuando El Fillo entraba en una taberna los allí asistentes, ¡si estaban cantando!, se callaban al momento,  hasta que, él considerado maestro,  bien con un gesto o bien con un cante.
Esto era considerado por todos como el permiso para proseguir con la juerga. Esto no quita que, además de sus seguidores, también tuviera sus detractores, como todos en este mundo.
 
Con esto se demuestra que en el cante flamenco, aunque no existe ninguna ley o norma escrita, sí hay costumbres que se van estableciendo con el tiempo, como ésta del respeto hacia los maestros, que quedaron establecidas desde mucho tiempo antes.
 
El Fillo tenía una querida en Triana, la cantaora La Andonda, mucho más joven que él, con la que se cree que tuvo un hijo y a la que le compuso una letra:
 
Solea dedicada a La Andonda:
 
Yo me creía, serrana,                         
que tú a mí no me querías,             
y ahora veo claramente
que por mí pierdes la vía.

El toque en la guitarra por medio
 
3.2. La Andonda (¿1831?-1891).
 
La  Andonda,  se cree que nació en 1831 y murió en 1891. Los autores no se ponen de acuerdo si nació en Jerez, Utrera o Morón. Luís Javier Vázquez Morilla afirma incluso que era natural de Ronda y que se llamaba María Amaya Heredia.
 
Lo que es seguro es que era una gitana bravía de la Cava de los Gitanos de Triana, que tuvo amoríos con El Fillo.  Se cuenta que cuando la Andonda se peleaba con él,  se pegaban por la calle a tortazos limpios, y cuentan que se daban verdaderas palizas.
Se dice,  que cuando estaba peleada con El Fillo,  se iba a las tabernas a cantar, ella le acompañaba siempre (pienso yo que por celos). Cuando a ella le tocaba cantar lo hacía por soleá. Se cuenta que fue la primera cantaora que supo quejarse por Solea.
Las letras que le cantaba a “El Fillo”,   eran verdaderas sentencias, de ahí la forma y el estilo de este cante. Ponemos a continuación un ejemplo de aquellas letras:
 
Malas puñalás le den                               
a tó el que diere motivos                       
que me duelen las jentrañas
de jaserlo bien contigo.
 
Que se te caigan las carnes
desprendías de tu cuerpo
cuando vengas a buscarme.
 
Pa yo volverte a ti a hablar
es menester que te pongas
la banda de general. 

La  Andonda le cantó con un remate
por solearilla a El Fillo:
 
Corre Fillo,                                               
anda y vete, gallo ronco,                   
a cantarle a los chiquillos.

Toque  de  guitarra  por  medio 
 
Está bien claro que el cante por soleá de esta mujer, gitana bravía de la Cava de los gitanos de Triana,  era siempre y continuamente una sentencia, que cantaba con verdadera rabia, para que de sus labios salieran estos versos  hechos coplas, y el cante fuera puro por  Soleá de Triana.
 
Y dicen que La Andonda creó un cante propio, a tono con su temperamento apasionado y desbocado.
 
 
 
 
 
 
 
 
Silverio Franconetti Aguilar nació en Sevilla en 1831 y murió también en Sevilla en 1889. Según cuenta Demófilo[1] en su libro Cantes Flamencos editado en 1882, su partida de nacimiento la podemos encontrar en la iglesia de San Isidoro. Sin embargo no hay consenso en cuanto a la fecha de su nacimiento por existir en la misma iglesia otra partida de nacimiento de un hermano que tenía ocho años más que él (de 1823).
 
Silverio marchó a Morón de la Frontera con su familia y fue criado allí hasta su adolescencia. Cuando contaba con ocho años de edad ya se juntaba con un gitano viejo que tenía una fragua en el pueblo, cerca de su casa, donde iba Silverio a escucharlo cantar.  Dicen que este gitano no era otro que El Tenaza, el viejo cantaor de la localidad. La familia de Silverio no quería que el niño frecuentara aquella fragua de gitanos, porque en aquella época y desde siempre lo gitano tuvo muy mala fama.
 
 
Tras unos años en Morón se traslada con su familia a Sevilla. Cuentan que ya en sus años mozos se escapaba a Triana para escuchar a los gitanos cantar flamenco. Parece ser que este cantaor puso rumbo después a América y, que de todos estos años que estuvo fuera, algunos los empleó como Picaor de toros con su tio un hermano de su madre, también estuvo de Mercenario en la guerra donde gano mucho dinero y llego al grado de tte. coronel.
 
 
Según Demófilo regresó a Sevilla en 1864 y ¡cuentan de él una historia que a cualquier cantaor de todos los tiempos le hubiera gustado vivir!   Silverio se introdujo en una fiesta gitana del barrio de Triana. Cuando ya parecía que se había acabado la jarana, Silverio se levantó y pidió permiso para cantar, pues aquellas fiestas eran muy particulares y no podía entrar nadie si no tenía el permiso del o de la que mandaba en ella. Silverio entonces cantó por seguiriyas. ¡Cómo cantaría aquel forastero, como le creían en aquella reunión!, que cuándo terminó exclamó la gitana: "¡Así no puede cantar nadie mas que Silverio!" y, mirándolo a la cara, le dijo: "¡Tú eres el Gran Silverio!".    Desde entonces se le quedó ese nombre para siempre, pues hasta en los carteles cuando iba de gira por las tierras andaluza lo anunciaban así.
 
Abrió los cafés cantantes de la calle Tarifa y de la calle Rosario, en el centro de Sevilla. De hecho cuentan que cuando este cantaor cantaba, las vigas de madera del techo de su café cantante, temblaban.  Sacó el cante de los guetos y dinastías, para darles forma y ponerlo frente a un público, que pagaba por escuchar. De esta forma estableció el profesionalismo y le dio un trabajo a “to er” que sabía cantar.  El  Flamenco.
 
Sin embargo, su amigo y escritor Demófilo opinaba lo contrario que Silverio y decía que estaba acabando con la pureza del cante, porque hasta entonces el cante había vivido en los clanes familiares de los gitanos y moriscos y en las tabernas.
No sabemos nada de su voz, por no existir registros sonoros de aquel tiempo, aunque se piensa que podría ser cercana a la de Farina, o Naranjito de Triana.
 
Ésta era una de las soleares que cantaba en su repertorio Silverio Franconetti:
 
A los árboles blandeo,                         
a un toro bravo lo amanso,               
y a ti, flamenca, no pueo.
 
Anda, y no presumas tanto,             
que otras mejores que tú                   
se quean pa vestí santos.                   
                                                                 
Anda, vete de mi vera,
que tienes “tú pá mí”,
sombra de jiguera negra. 

El toque de guitarra por medio



 
3.4. Pepe el de la Matrona (1887-1980).
 
Fue el nombre artístico de José Núñez Meléndez, que nació en Triana en 1887 y murió en Madrid en 1980. Como es de entender, se supone que escuchó y aprendió de los cantaores de su barrio trianero.     
 
Dejó grabada una soleá de Triana que se supone que venía directamente de La Andonda, El Tenaza y Silverio Franconetti, que es el cante por soleá de "El terremoto, el Puente de Triana y la Babilonia":
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE PEPE EL DE LA MATRONA
Nº 1
Día del terremoto                                   
llegó el agüita hasta arriba,               
del terremoto grande
llegó el agüita hasta arriba,               
pero no puo llegá
a donde llego mi fatiga,
pero no puo llegá
a donde llego mi fatiga.
 
Puente de Triana,                                   
se cayó la barandilla, ay,                     
y el coche que la llevaba,                    
se cayó la barandilla, ay
y el coche que la llevaba.
 
Se jundió la Babilonia
porque le faltó el cimiento.
Se jundió la Babilonia
porque le falto el cimiento.
Nuestro querer no se acaba, ay,
aunque falte el firmamento.
Se jundió la Babilonia
porque le faltó el cimiento.

El toque de guitarra por medio
 
 
Podemos observar que en aquellos tiempos los cantaores cantaban las coplas más fuertes en primer lugar para terminar con las más floja o bajas[J2] . En otras épocas también ha ocurrido así. Un ejemplo son los fandangos del Carbonerillo (fandangos cortados). En el caso concreto de la soleá de Triana de Pepe el de la Matrona, la más fuerte es la que aparece en primer lugar, la del "día del terremoto", para seguir con la del "puente de Triana" y terminar con la de la "Babilonia".  Con esto podemos ver que, con el tiempo, los gustos del cante van evolucionando.  En este caso concreto, esta distribución de las distintas soleares se haría buscando una mejor asonancia o que se pudiera cantar más fácilmente, de abajo a arriba. Mi padre, Antonio Medina Dorado, me decía siempre: "Niño, no te olvides que el cante es como una escalera, de abajo parriba". En fin, que el lector saque sus propias conclusiones.
 
Aunque en una entrevista él mismo dijera que "soleá de Triana sólo hay una" y que todas las demás son creaciones personales de los cantaores, que han querido hacer algo más. De todas formas, con ésta es más que suficiente para demostrar que el barrio sabe cantar.
 
Otro cante por soleá de Pepe el de la Matrona que aparece en Internet es el siguiente:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
EL CANTE POR SOLEÁ APOLA DE TRIANA DE……
PEPE EL DE LA MATRONA
 
Primera copla:    Toque de la guitarra por medio


BIS

 


Ni Veracruz es cruz,
ni Santo Domingo es santo,
ni Puerto Rico es tan rico,
ay, pa que lo veneren tanto.
Ni Veracruz es cruz ,
ni Santo Domingo es santo.
 
Segunda copla, igual:
 
En La Habana hice una muerte,
La Puebla me sentenció,
La Habana dice que muera,
La Puebla dice que no.
En La Habana hice una muerte,
La Puebla me sentenció.
 
 
En otra ocasión grabó esta otra que aparece a continuación:




 




BIS

 


Ni Veracruz es cruz,
ni Santo Domingo es santo,
ni Puerto Rico es tan rico,
ay, pa que lo veneren tanto.
Ni Veracruz es cruz ,
ni Santo Domingo es santo.
 
Correo de Vélez,      BIS
se espantaron las mulillas,
se perdieron los papeles.
 
A ese horno encendío
no le eches más leña, primo,
mira que va a pegar el estallío.
 
En La Habana hice una muerte,
La Puebla me sentenció,
La Habana dice que muera,
La Puebla dice que no.
En La Habana hice una muerte,
La Puebla me sentenció.
 
Puente de Triana,
se cayó la barandilla
y el carro que la achuchaba.
 
Se cayó la Babilonia
porque le faltó cimiento.
Nuestro querer no se acaba
aunque se ajunda el firmamento.
Se cayó la Babilonia
porque le faltó cimiento.
 
 
Los Cagancho fue una dinastía de cantaores y toreros, además de herreros, que se destacan entre los años 1850 a 1950. Fueron seguiriyeros, martineteros y soleareros, además de destacar también en los cantes por tonás. Otra de estas dinastías de cantaores célebres fueron Los Pelaos, con los que mantenían auténticos duelos de martinetes y tonás en la taberna de Casa Rufina, sita actualmente en la calle Pureza (antes calle Larga). Se cuenta que los Pelaos cantaban un estilo de soleá muy dura y no tan suave como hoy se escuchan los cantes de Triana.
 
Como hemos dicho, los Caganchos cantaban por soleá. Una de las que se conservan de aquellos tiempos es una soleá apolá que, parece ser, se cantaban después del polo, aunque es costumbre llamar apolás a tres soleares de Triana.
 
 
A mí se me da mu poco                 
que un pájaro en la Alamea
se múe de un árbol a otro.
 
A mí te quiés compará
siendo tú de tó-los metales
y yo de un solo metá.
 
 
 
Seguiriya de “Señó  Manue  Cagancho”   
 
Reniego  yo
Reniego he mi sino
Como reniego mare, de la hora malina
Que ta conoció
 
  El toque de guitarra por medio
 
 
Este cantaor trianero fue también picaor de toros. Dicen algunos cantaores antiguos de Triana que ramón el Ollero tenía un amigo de Sanlúcar de Barrameda que le cantaba un tipo de Solea más pausada y melódica que él fue adaptando al estilo alfarero de Triana. 
Cuentan que éste se afincó en Córdoba y fue allí donde creó el estilo de la soleá de Córdoba, donde se aclimató y se hizo más pausada y larga. De este modo adquirió un tono de cante hablado o recitado, que fue a menudo expresión de sentencias morales y pensamientos extraídos de la experiencia.
 
 
Su soleá decía así:
 
 
 
Como ma-cuerdo                              
del puentecito de tablas,              
mi Chapina y mi corral.
 
Corre a la Iglesia y confiesa
que tú tienes en este mundo
muchas cositas mal hechas.
 
Tú en tu puerta
Y yo en la esquina
Las mirahítas que me echas
Hasta los huesos me lastimas
 
Anda diciendo tu mare
Que tú vale más que yo
Ni tu ni toa tu familia
Ni el dios que te crio.   

El toque de la guitarra es por medio   
 
 
 
Este cantaor trianero nació el 20 de enero de 1903 en Triana, en la calle Betis, y murió el 17 de agosto de 1986 y está enterrado en el pueblo de Mairena del Aljarafe, en la provincia de Sevilla. Debido a su  afiliación al Partido Comunista no pudo casarse el día de su boda por tener fijada la fecha del 18 de julio de 1936.
 
Siendo sólo un niño ya había conocido los mejores años del cante de Triana y, entre otros a los Cagancho y a Ramón el Ollero. Su  padrino fue Fernando el de Triana, que lo "bautizó" en Santa Ana. Obtuvo una cátedra de Bellas Artes y aún hoy se pueden apreciar unos vaciados[J3]  sobre el Casino de la Exposición de Sevilla de la Exposición Iberoamericana del año 1929.
 
Este cantaor defendió su barrio como el que más, demostrando que su cante era de su barrio. Sólo cantaba tres coplas por soleá y una de ellas era soleá apolá. Helas aquí:
 
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE EMILIO ABADÍA.
Nº 2
La suerte que tú has tenío
que yo no tengo mala lengua,
que yo no tengo mala lengua,
que yo no tengo mala lengua
porque nunca la he tenío
ni quiera Dios que la tenga.
 
Aunque te vayas
y te meta en la capilla del Carmen
de mi puñal tú no te escapa,
tú mas hecho un agravio mu grande,
aunque te vayas y te meta
y en la capilla del Carmen.
 
Nº 3
Tú no vengas en busca mía
ni eche el empeño a la gente,
ni eche el empeño a la gente,
ni eche el empeño a la gente,
yo en el mundo no lo haría
ni menos el volver ya a quererte.
 
No pienses que eso es por ti,
no pienses que eso es por ti,
los colores que me salen
cuando te veo venir,
los colores que me salen
cuando te veo venir.
 

El toque de guitarra por arriba y al siete

Emilio Abadía, acompañado por El Niño Ricardo, nos dejó esta grabación de una soleá de Triana grabada con la firma Regal en 1934, de la que sólo dejó dos coplas. Éstas son más que suficientes para encontrar el arte y la personalidad del cantaor trianero, al que han copiado muchos de los cantaores que vinieron en las siguientes generaciones como, por ejemplo, Naranjito de Triana. Naranjito nos dejó grabada alguna de estas letras en discos de vinilo, como veremos más adelante.
 
 
La familia de este cantaor tenía una taberna en una esquina de la calle Alfarería donde aprendió a cantar, oyendo a los grandes maestros de su  época. Tengo entendido que fue un revolucionario para la soleá de Triana, haciéndole unas cadencias nunca vistas en este palo del cante. Con esto quiero decir que las subidas y bajadas en su recorrido, dentro de cada tercio del cante, eran únicas y no se habían dado hasta entonces en este barrio demostrando así, como es natural, el poderío de creación que los cantaores de este barrio han tenido siempre, siendo éstos desde siempre tan personales cantando todos los cantes flamencos.
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DEL NIÑO SEGUNDO (1964)
Nº 4
Lelelelere aaayyyy aaaayayayyy
Cogiera yo la luna                       BIS



BIS

 


se la llevaré a mi madre Isabelita
que siempre se duerme a oscuras.
 



BIS

 


Ay, al infierno que tú te vayas,
ay, que yo me quiero dir contigo,



BIS

 


porque yendo en tu compaña
llevo la gloria conmigo.
 
No sé qué tiene Triana



BIS

 


que también están flamencos
los dobles de sus campanas.
 
Por la Alamea,
que viene el guarda
con la correa.
 
 
 
 
Antonio Cosme Baeza (1911-1974) fue el mayor de los dos. Sobresalió en los estilos puramente trianeros, especialmente por seguiriyas y por martinetes.
 
Joaquín Cosme Baeza (1915-1967), llamado "Joaquinito Ballestero", en diminutivo, por la gente del barrio, por ser muy joven cuando empezó a cantar. Por las fechas en que vivió podemos observar que este cantaor murió todavía joven. Los mayores del barrio cuentan que desde pequeñito, en la taberna de su padre, él escuchaba a los cantaores de Triana aprendiendo todos los cantes pero, sobre todo, la soleá de Triana. Antonio el Arenero lo canta en una de sus coplas por soleá, que decía así:
 
Ya se murió Joaquinito,   
Joaquinito Ballestero,
que cantó por soleá,
el mejor del mundo entero.
 
En esta grabación aparece El Beni de Cádiz, comentando que los cantaores de Triana son los mejores y que, por suerte para los artistas, no quieren cantar en público. Aquí escuchamos una soleá de Triana que canta a capella el propio Joaquinito Ballestero:
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE JOAQUINITO BALLESTERO
Nº 5
Aquí lo que convenía
dejarnos de discusiones,
tú a tu casa y yo a la mía.
 
Ay, coge Gabriela a tu niño,
ay, llévatelo a la muralla,
llévate-lo a la muralla,
llévate-lo a la muralla,
dale un traguito de teta, ay,
ya verás como se calla.
 
Más valía y te casara,
más valía y te casara
con el primero que pasara
pero y de mí no te acordara.
 
Vienes alerta                                                       BIS
pa verlo por echarme
que a mí me vio en la plazuela,
me echó el ala de un sombrero.
 
Por las calles como el loco,
haciendo yo garabatos,
ni yo mismo me conozco.
 
Ay, bendita sea tu casa
y el albañil que la hizo,
por dentro tiene la gloria
y por fuera el paraíso.
 
3.10. Manuel González, el Sordillo de Triana (1906-1984).
 
De este cantaor trianero sólo me había llegado, por oídas, que cantaba muy bien la soleá de Triana. He encontrado esta grabación realizada en el cine Astoria de la calle Castilla durante un homenaje recibido el 6 de noviembre de 1976, en presencia de Antonio Mairena. Por cierto que al Sordillo se le notaba que no estaba acostumbrado a cantar en público y encima de un escenario, pues sus nervios no le dejaron coger el tono con el guitarrista. De hecho, pueden observar que el guitarrista se lleva todo el tiempo "detrás de él" sin poder cogerlo, porque corría más que un galgo. Sin embargo, su nombre permanece en la memoria de este barrio.
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DEL SORDILLO DE TRIANA (1976)
Nº 6
Ay, quien t'hablao mal de mí
viviendo de mí tan lejos.
Mal anda quien va y te trae
y te da tan malos consejo.
 
Tú me estás haciendo pasá
las verde y las blanca,
las negra y las colorá.
 
Aquí lo que convenía,
pa-caba estas discusiones,
que tú te fuera a tu casa
y yo mi voy pa-la mía.
 
 
Al igual que el anterior, se cuenta de él lo mismo pero, en este caso, sí tenemos una grabación cantando por soleá y por fandangos, por lo que el registro sonoro de su voz y de su memoria ha quedado registrado para la eternidad para que las siguientes generaciones puedan aprender de sus cantes trianeros.
 
 
Manuel Oliver Dorado fue también conocido como Oliver de Triana.
Dejó constancia discográfica de los estilos alfareros y del Zurraque.
 
De este cantaor no deseo dejar escrito ningún comentario porque me parece perfecto y para "no tocarlo", como dice Manuel Cerrejón (que con su permiso lo traslado a este libro) en la contraportada del disco,  que su padre, El Niño de Castilleja, que era de esta localidad de la provincia de Sevilla, se mudó al barrio de Triana, donde concibió con su esposa Teresa Dorado Marín a Manolo Oliver, que nació el 14 de Febrero de 1906.
 
Entre otras historias personales que aparecen en esta biografía, me quedo con el cante que de este cantaor de Triana, con la siguiente copla de soleá, que cuenta una anécdota del Marqués de Tablante.
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE SILVERIO FRANCONETTI POR MANUEL OLIVER
Nº 7
AYAYAYAYAÁAÁAAYYY
AAÁÁYYY
AYAYAYAYAAAAYYYYY 
Tiene mi cuerpo más feria,
tiene mi cuerpo más feria
que aquel pobre mercader
que se le quemó la tienda,
que aquel pobre mercader
que se le quemó la tienda.
 
Me está jaciendo pasá, ay,
tú me está jaciendo pasá, ay,
las negra y las maura,
las verde y las colorá,
compañera de mi alma,
tú me está jaciendo pasá.
 
Porque te quiero me dicen, ay,
porque te quiero me dicen, ay,
yo estoy loco perdío,
que estaba loco perdío,
yo estoy loquito perdío.
Si to el que quiere está loco,
compañera de mi alma, ay,
dirme quién tiene sentío.
 
En Cai hice una muerte,
yo en Cai hice una muerte,
La Puebla me sentenció,
La Habana pie que muera,
ay, soleá, y no pueo más,
La Habana pie que muere,
Santo Domingo, que no.
Yo en Cai hice una muerte,
ay, La Puebla me sentenció.
 
 
Fue el nombre artístico de Gracia Jiménez Zaya, cancionista y cantaora. Destacó en fandangos y serranas.
 
 
Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura en 1989, decía de los cantaores de Triana: "son tan puros que sólo se conforman con la fe de ser escuchados". Esto es verdad, muchos tenemos bastante con cantar para nosotros y sólo queremos que aquellos que vengan entiendan. "Yo no canto para grabar discos, lo hago porque me gusta y nos gustaba con delirio el cante" (Emilio Jiménez, Correo Flamenco, 1985).
 
EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA POR BULERÍAS DE GRACIA DE TRIANA                                                                  Nº 8
TRELELERELELELEREREAY
AAY AAYAYAYAYA
Triana, tiene mi Triana
de corazones sembrao
boquita de los gitano
que canta por soleá.
 
Tan bonita es mi Triana
que la bautizó el Señor
como la vio tan gitana,
que a Sevilla se la dio.
 
Le pregunto a los lucero, ay,
por qué estoy lejo de ti
con lo mucho que te quiero.
 
Qué bueno
es el puente mío, que bueno
es el puente mío, ay,
que ver la cara a Sevilla,
mare de mi alma,
me lo ha dedicao el río.


 

Fue el nombre artístico de Gracia Jiménez Zaya, cancionista y cantaora. Destacó en fandangos y serranas.

 


 

Camilo José Cela, premio Nobel de Literatura en 1989, decía de los cantaores de Triana: "son tan puros que sólo se conforman con la fe de ser escuchados". Esto es verdad, muchos tenemos bastante con cantar para nosotros y sólo queremos que aquellos que vengan entiendan. "Yo no canto para grabar discos, lo hago porque me gusta y nos gustaba con delirio el cante" (Emilio Jiménez, Correo Flamenco, 1985).

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA POR BULERÍAS DE GRACIA DE TRIANA                                                                  Nº 8

TRELELERELELELEREREAY
AAY AAYAYAYAYA
Triana, tiene mi Triana
de corazones sembrao
boquita de los gitano
que canta por soleá.
 
Tan bonita es mi Triana
que la bautizó el Señor
como la vio tan gitana,
que a Sevilla se la dio.
 
Le pregunto a los lucero, ay,
por qué estoy lejo de ti
con lo mucho que te quiero.
 
Qué bueno
es el puente mío, que bueno
es el puente mío, ay,
que ver la cara a Sevilla,
mare de mi alma,
me lo ha dedicao el río.


 

 

Es interesante escuchar esta grabación de un cantaor no muy conocido llamado Manolito el Pintor, con los comentarios que hace Pepe Marchena de él y de otros cantaores de Triana.

 

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE MANOLITO EL PINTOR

 

Nº 9

 

La salud y la libertad

son prendas de gran valía,

son prendas de gran valía,

son prendas de gran valía,

que naide sabe lo que vale

hasta que no está perdía.

 

En invierno no hay claveles,

en invierno no hay claveles

porque los marchita el hielo.

En tu cara los hay tó el año,

lo quiere Undivé del cielo.

 

Tú en la puerta y yo en la esquina,

tú en la puerta y yo en la esquina,

con el mirar solamente

los huesos me los lastimas.

 

 

 

Escuchemos con atención cómo este cantaor sólo hace el cante en su justa medida, dice lo que otros necesitan mucho más. Su forma de cantar es tan completa que no necesita más que como está escrita la letra de esta soleá de Triana.

 


 

 

Aquí tenemos una soleá de Triana que nos dejó grabada en 1988 Manolito el de Triana. Sólo escuchen.

 

 

 

 

CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE MANOLITO EL DE TRIANA

Nº 10

Ay ay aaay aaayyyyy aayyy  aaayyyy yayaaaa

No me dejo de acordar

del puentecito de tabla,

mi Chapina y mi corra.

 

El hombre que llega a viejo

y no tiene pa comé

le pasa lo que al mochuelo,

que nadie carga con él.

 

Y se murió mi pañuelo

yo se lo eché por la cara

pa-que no le cayera tierra,

boquita que yo besara.

 

Desde el Cachorro a Santa Ana

hay una O por el medio,

¡qué bonita está Triana!

 

Tengo una estera,

tengo una estera

donde yo duermo

mi borrachera.

 

 

 

 


 

Era el nombre de José Sánchez Bernal, nacido en la calle Fabié, de lo que presumía en algún que otro fandango. Es el único cantaor trianero que tiene un monumento en su barrio. Heredó el nombre de su padre que ejercía de guardia municipal con la recogida de las naranjas.

Según cuentan los mayores del barrio de Triana, que tras cantar en su niñez cosas diferentes al cante flamenco, se dedicó a éste y vivió toda su vida del mismo. Debutó en Coria del Río a los ocho años. Por su discografía, llego a la conclusión que siempre cantó aquello que había aprendido en su barrio. Fue en su tiempo baluarte y embajador del mismo en el cante flamenco. Sus páginas están escritas con mayúsculas, pues tanto con su cante como con su persona, me consta, siempre defendió a su barrio de Triana. 

 

El único cante por soleá de Triana que tiene grabado fue el que cantaba antes Emilio Abadía; lógicamente, entendamos, que llevado a su personalidad como cantaor, ya que éste es el secreto de este arrabal de Sevilla que se llama Triana.

 

Esta soleá la grabamos en Vejer de la Frontera (Cádiz) en 1977.

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE NARANJITO DE TRIANA

Nº 11

Tiro el dinero mil veces                                Ay, yo no soy como san Martín,

porque aquél que está queriendo             ay, que le dio media capa a un pobre

hasta el dinero aborrece.                            que yo se la doy entera

                                                                             y si le sobra, que le sobre.

Anda diciendo tu mare

que tú vale más que yo,                              Vivo tranquilo en el mundo,

ni tú ni toa tu familia,                                  que a nadie le he hecho ná.

ni toa tu generación.                                    A ver quién vive en el mundo

                                               con esa tranquilidad

En Triana los serenos

van diciendo por las calles,                       Coge, Gabriela, a este niño,

que duerma el que tenga sueño,             llévatelo a la muralla,

que yo no despierto a nadie.                     dale un traguito de teta,

                                               verás que pronto se calla.


 

Su verdadero nombre era Manuel Alas Pacheco. Alternó las reuniones de cabales con los espectáculos folklóricos de la época. Dominaba varios estilos: bulerías, alegrías y soleares, pero su popularidad la alcanzó con esos fandangos personales, que él llamaba fandangos trianeros, caracterizados por un aire de soleá que él les daba. En 1982, la casa Hispavox editó sus "Bulerías Populares" con la guitarra de Melchor de Marchena. Este genial artista trianero sólo grabó una soleá de Triana:

 

A voces yo llamaba, ay,

la muerte apetecía.

Si Dios no me la manda

es que no me la merecía.

 


 

Fue el nombre artístico del admirado Antonio González Garzón, llamado así por haberse dedicado a acarrear la arena por el Guadalquivir para surtir a la cerámica de su barrio.

De joven frecuentó las reuniones de aficionados, pero se reveló como artista en 1976, en el homenaje que en Triana se le tributó a El Gordillo. Grabó con El Teta y Márquez el Zapatero un excelente disco, dedicado a los cantes del Zurraque, destacando Antonio por soleares, siguiriyas y martinetes.

Nos dejó la grabación de esta inmensa soleá, rotunda, del Zurraque:

 

Sordo como una tapia

y ciego de nacimiento,

valdría más que mi mare

m'hubiera parío muerto.

 

De este cantaor podría decir mucho, sólo que se debió a su trabajo toda la vida y que, cuando estaba cogiendo arena en el río cantaba para los alfareros de Triana. No obstante su vida artística comenzó, según él mismo contó, ya tarde, de mayor, cuando ya estaba jubilado. Entre otras cosas le oyeron decir en las reuniones: "ahora estoy ganando más que en toda mi vida".

 

También decía: "hay que ver que a la gente le gusta escuchar mi cante, con lo poco que a mí me gusta cantar". Podríamos decir más cosas de él, pero me quedo con la vez que lo vi cantar en una taberna de Triana, lógicamente, por soleá.

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DEL ARENERO

Nº 12

No te metas con la nena,                  Toque de Guitarra

la nena tiene un cuchillo                   por arriba

pa quien se meta con ella.

 

Anda diciendo tu mare

que tú vale más que yo,

ni tú ni toa tu familia,

ni el Dios que a ti te crió.

 

Ay, tú nunca has tenío ropa

y ahora que tienes un vestío,

gitana, te vuelves loca.

 

Sordo como una tapia

y ciego de nacimiento,

valdría más que mi mare

me hubiera parío muerto.

 

Ay, siempre comprándote yo peines

y siempre estás espelucaíta,

dime qué demonios tienes.

 

Los serenos de Triana

van diciendo por las calles

que duerma el que tenga sueño

que yo no dispierto a naide.

 

Ay, no hago más que recordá

mi puentecito de tabla,

mi Chapina y mi corral.


 

Manuel Márquez Barrera es natural de Villanueva del Ariscal (Sevilla). Montó una zapatería en Triana, en la calle Pureza. Éste es uno de los grandes cantaores que he conocido en vida y me tiene mucho aprecio por lo que estamos haciendo aquí en Triana. Nos ha visitado ya dos veces y nos ha dejado su cante. Como anécdota puedo decir que la última vez que nos visitó venía de un entierro y se hartó de cantar. Estuvo toda la tarde con nosotros y había ido a comprar cosas para la zapatería, que dejó en la puerta y recogió cuando se fue. Aquel día nos cantó por soleá de Triana, por soleá apolá, nos dejó una soleá por bulerías y también el sabor de boca a miel con su buen cante trianero.

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE MÁRQUEZ EL ZAPATERO

S/ C.D.   Nº 1

Merecía,
merecía esta serrana
que ardiera en vivas candelas,
que ardiera en vivas candelas,
que ardiera en vivas candelas
por el interés del dinero
vendió a su mare tan buena.
 
Quién te ha hablao mal de mí
viviendo tú de mí tan lejos,
viviendo de mí tan lejos,
viviendo tú de mí tan lejos,
malaje que lleva y trae
que da tan malos consejos.
 
Tú me estás jaciendo pasá
las verde y las maura,
las blanca y las colorá.
 
Yo ya no soy el que era
ni aquel que solía ser,
soy un cuadro de tristeza
pegaíto a la pared.
 
Cuando te veo venir,
barco de la redención,
barco de la redención,
barco de la redención,
toíta la pena se acaba
pero la mía, no.
 
Tú en la puerta y yo en la esquina,
tú en la puerta y yo en la esquina,
con el mirar solamente
los huesos me los lastima.
 
Dicen que he robao un cáliz,
ojú, qué mentira es eso,  BIS-BIS
desde que me bautizaron
yo no he vuelto a entrar en el templo
 
María, toma a este niño,
llévatelo a la muralla,
dale un traguito de teta,
verás como se te calla.
 
Tres cosas tiene Triana
que no se pueden igualá,
que no se pueden igualá,
que no se pueden igualá,
el Cachorro y la Esperanza
y el cante por soleá.
 
Ay, tú anda, ve quien lo come,
la tuya es la malina,
la mía no me la come.
 
Si quiere ver si te quiero
vela mi sueño una noche,
ya verás en mi desvarío
como te llamaba a voces.

 


 

Aunque nació en Algeciras (Cádiz) en 1948 se crió en el barrio de Triana. Antonio Cortés Pantoja adoptó su nombre de su tío Chiquetete de Algeciras, padre de Isabel Pantoja. Comenzó a cantar como cantaor de buen rajo por soleares, tangos y bulerías dedicándonse luego a la música más comercial. Afortunadamente, ha vuelto al cante flamenco.

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE CHIQUETETE

S/ C.D.   Nº 2

Mi mare es la soleá

porque se ha quedao solita,

ya no tiene a quién cuidar.

 

De quién es esa cuadrilla,

que el viernes por la mañana

lleva el paso del Calvario

de la Hermandad de Triana.

 

Si la ves le das memoria

y dile que si se acuerda

de la vez que fue mi novia.

 

Cuando te veo de venir

a lo lejo de la calle

le digo a mi corazón

que tenga paciencia y calle.

 

 

Cuando paso por tu puerta

llevo pan y voy comiendo

pa que no diga tu mare

que con verte me mantengo.

 

Anda diciendo tu mare

que tú vales más que yo,

ni tú ni toa tu familia,

ni toa tu generación.

 


 

Es el nombre artístico de Francisco Álvarez Martín. Fue cantaor desde su juventud. Formó en 1962, con el admirable Salvador Távora, el dúo Los Tarantos, recorriendo España en la compañía de Pepe Marchena, El Sevillano y Pepe Pinto, entre otros, y curtiéndose después en los tablaos y en las peñas. Tiene un repertorio muy amplio, dominando las soleares, las seguiriyas y los fandangos.

 

EL CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE PACO TARANTO

 

S/ C.D.    Nº 3

 

Ni los templarios de Roma

ni aquel divino Manuel,

ni la Custodia Divina

me apartan de tu querer.

 

Me estás haciendo pasar

las duras y las mauras,

ay, las verdes y las colorás.

 

Si la ves le das memoria

y dile que si se acuerda

de la vez que fue mi novia.

 

Ay, ay, ay,

Yo no soy como san Martín,

que dio media capa a un pobre,

si yo se la voy a dar entera,

y si le sobra, que le sobre.

 

Y una vez,

una vez intenté olvidarte

se me trastornó el sentío.          BIS-3

De nuevo volví a quererte

que pa recobrar lo perdío.

 

La salud y la libertad, ay,

son prendas de gran valía,

que nadie las echa de menos,

que hasta que está perdía.

 

Si quieres ver si te quiero, vela,

vela mi sueño una noche,                      BIS-3

ya verás en mis desvaríos

como yo te llamo a voces.

 

Y en Triana los serenos

van diciendo por la calle

que duerma el que tenga sueño

que yo no despierto a nadie.

 

Entré en Triana,

entré en Triana por el Altozano,

en la plazuela puse un letrero,

"Viva Triana y los ciudadanos".

 

 

 


 

José Medina Castro es el que escribe este libro y análisis sobre los cantes y en particular esta de la Soleá de Triana.

Al mismo tiempo es director del Taller y Aulas de Cante Flamenco en Triana desde el año 1995, cuando se creó esta escuela para enseñar a los que tengan la inquietud y necesidad de aprender los cantes flamencos, tanto los de Triana como los de fuera.

 

En mi modesto y corto entender, creo que el futuro somos nosotros, y otros que ya están haciendo el mismo trabajo, con nuestras Aulas de Baile, Toque y Cante Flamenco.

 

Y un proyecto tras otro en busca de que las nuevas generaciones se prendan y estén dispuestos a seguir este arte que es tan nuestro como de nuestra tierra de Triana y Andalucía.

 

Así seguir cantando todos y cada uno de los palos flamenco que esta tierra y su gente ha producido en todas y cada una de las épocas anteriores y seguir así cantando a todos los sentimientos que el ser humano sabe y encierra dentro de sí, como único creador del cante flamenco.

 

Es por ello por lo que el cantaor tiene que sentir y no solo cantar, tiene que decir y no solo poner la voz,  tiene que contar las historias después de haberlas entendido y hacerlas suya, para poder transmitir  y que,  el que lo escucha sienta lo mismo que él, para que así disfrute como el propio cantaor y guitarrista y poder conseguir aquello que se llama y dicen que existe y en algunas ocasiones se siente como que ha venido “El Duende”.   

 

 

CANTE POR SOLEÁ DE TRIANA DE PEPE MEDINA

S/C.D. Nº 4

Ta-cuerda debajito del puente          Tengo yo mi corazón

Cuando tú me decías                           Duro como las columnas

"espera, que viene gente".                 Del templo de Salomón

 

Te pones en la esquina.                           Pasé por Triana un día

Como sabes que te quiero                       y vi la Torre del Oro

Me  jases  pasa  fatigas.                         que campanas no tenía

 

Tu querer lo pongo en dua,                    Trianilla,

Que tú me vienes jaciendo                     las dos daban en Triana,

Las apariencias de Judas.                   las dos daban en Sevilla.

 

El toque de la guitarra es por arriba y en el traste siete

 

 

Estas soleares han sido tomadas de un libro de Demófilo para enseñar y para que las cantaran los alumnos en el Aula-Taller de Cantes Flamencos de Triana.

 

 

3/23.  Antonio Fernández Díaz : Cantaor Fosforito

 

Quinta y actual  Llave de Oro del cante, que dure muchos años.

 

Es el último LLAVE DE ORO del cante y además el más puro porque respeta como siempre el cante,  no lo entiende de otra forma. Felicidades maestro por toda tu carrera y por esa llave que la tenia ganada desde siempre.
 
(hoy no se respeta el cante, la mayoría lo que hace es copiar y repetir lo que escucha).

En esta Solea Apola el maestro Fosforito demuestra una vez mas como siempre, que así es como se transmite el DUENDE del Cante de viva voz y de generación en generación.

En este cante demuestra la rabia y el desconsuelo en el Amor.

El origen es LA ANDONDA novia de EL FILLO. de 1850.

 

Yo supe donde vivía

Y cuando al fin pude verte

Apenas te conocía

 

Yo tengo lastimaito

To los hueso de mi cuerpo

Desde que tu mas mirao

De qué forma lo abras hecho

 

Las mías si que son penas

Que cuando no estás conmigo

Hasta las ropas me quema

 

Cuando te necesitaba

Tú no viniste a verme

Y tan solo te bastaba

Con que cruzaras el puente

Cuando te necesitaba

Tú no viniste a verme

 

Porque esta locura mía

Y es locura de querer

A quien no lo merecía

 

Antes de hacerse profesional, su nombre artístico fue Antonio de Puente Genil, o del Genil

Hijo de cantaores y dinastía flamenca pues su nombre artístico es el de la familia.
Con apenas seis años hace su primera incursión en el cante, y tras este arranque afortunado, inicia sus primeros pasos artísticos, asistiendo unas veces como oyente de los grandes maestros, a quien admira e imita en estos prolegómenos, y otras como ejecutante ya, en ferias y reuniones.

Así empieza su periplo por tierras de Andalucía, que más tarde, extiende a toda España y posteriormente a Oriente, África y América y otros lugares del mundo, surgiendo la gran figura que hoy representa Antonio Fernández Díaz "Fosforito" quinta Llave de Oro del cante en el mundo del arte flamenco.






 [J1]Este párrafo no entiendo qué hace aquí y que tiene que ver con el resto.




 [J2]Revisar esta letra.





[1] Demófilo es el seudónimo de Antonio Machado Álvarez (1848-1893), famoso flamencólogo e historiador del cante flamenco, padre del famoso poeta Antonio Machado.





 [J1]Repasar..




 [J2]Explicarlo




 [J3]¿Son suyos o es que él aparece en ellos? Los hizo ´él.




 [J4]Este párrafo no entiendo qué hace aquí y que tiene que ver con el resto.




 [J5]Revisar esta letra.





[1] GARCÍA LAVERNIA, JOAQUÍN. El libro del cante flamenco. 1991.
[2] GARCÍA LAVERNIA, JOAQUÍN. El libro del cante flamenco. 1991.
[3] CABALLERO BONALD, J. M. Diccionario del cante jondo. 1988.

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